
Con el movimiento aparecen sensaciones ocultas o reprimidas,
muchas mujeres comienzan a reconciliarse con su cuerpo, a valorarse más desde
lo femenino, a descubrir su sensualidad dormida y redireccionar sus
sentimientos e ideas sobre sí mismas.
De este modo se aprende a canalizar energías, produciendo
una liberación de las tensiones, y todo ello teniendo en cuenta que por la
naturaleza de los ejercicios se logra modelar, tornear, y esculpir el cuerpo
sin sacrificios, porque se hacen estos esfuerzos bajo la forma de un juego.
A esto se suman a las coreografías, los aportes positivos
que según la musicoterapia proporcionan los sonidos primitivos generados por
antiguos instrumentos como el laúd, el rebab, el tar persa o el derbake, y la
atmósfera de ensueño y leyenda que siempre despertaron las Mil y una noches, y
que revive en cada acorde de esta milenaria danza.
Beneficios psicológicos de la danza árabe
La danza árabe actúa directamente sobre los centros de
energía del cuerpo, llamados "chakras", eliminando bloqueos,
tensiones y problemas de comunicación entre dichos centros, armonizando y
dejando fluir esas energías por todo el cuerpo en un mecanismo en que recibimos
energías del entorno, las asimilamos y devolvemos renovadas.
Resultados: buen humor, sensación de bienestar y agilidad,
actitud de entrega y generosidad en las relaciones humanas, tornando a sus
practicantes màs sociables y activos.
Produce desbloqueo de emociones reprimidas y tensiones
acumuladas a través del tiempo por los difíciles planteos del diario vivir, la
concentración que debe dirigir hacia la música y los movimientos de las
coreografías hace que se desentienda de los problemas, para luego retomarlos
con una óptica mas positiva.
Genera un proceso de autoconocimiento que conduce a un
aumento de la autoestima, de comprensión, aceptación y valoración del propio
cuerpo y del propio ser.
Celebra la vida, fomentando la creatividad y la expresión de
la personalidad de cada individuo.
Purificación de la mente: estimula la memoria,
concentración, y capacidad de responder físicamente a estímulos y órdenes dadas
por el cerebro, permite un mejor control sobre las acciones, movimientos,
coordinación motora e impulsos.
Desarrollo: de la sensibilidad, el ritmo y los reflejos.
Cada mujer ha visto que se trata de una danza que le brinda especial respeto,
descubriendo su fortaleza, belleza y coraje para afirmarse como el ser
privilegiado que es, dado que el creador ha compartido con ella la facultad de
dar vida.
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